El sábado 22 "madrugamos" a las 6,30 h, Gorka y el menda y nos dirigimos, previo paso por la fábrica de flúor de Ontón, hasta el lugar habitual a la salida de Castro Urdiales para ver como estaba el panorama y tras examinarlo, estuvimos en Sonabia y en Islares en la zona conocida como La Cotonera. En esta última estaba nuestro amigo de Sopuerta, Lalo con quien estuvo charlando Gorka. Yo, como buen gorrión, me quedé en el nido, digo en el coche por el calor que hacía, je, je. Estando allí llegaron 3 vehículos. No sabemos lo que pescarían pues en vista de la mar asquerosa que había y lo que es peor, un viento considerable y frío del nordeste, desistimos y nos fuimos para casa sin echar la caña. El más listo Miguel que se quedó en la cama.
El domingo fuimos de nuevo Gorka y el menda pues Miguel tenía quehaceres. Esta vez arrancamos a las 7,15 h y examinamos la mar en el mismo lugar. Había bajado un pelín de golpe, pero lo mejor fue que no había señales del temido nordeste y que hacía algo menos frío.
Decidimos irnos hasta Sonabia a la zona de "La Lanzadera" y en la que me podéis ver en la imagen siguiente. No estaba malo para pescar, con la marea bajando y había ratos de calma con las series que dejaban el agua aceptable para pescar. Aguantamos hasta las 10,30 h pero había poca actividad.
El resultado fue desalentador como podéis ver en la siguiente imagen. Tuvimos las picadas de los sargos que veis y ninguna otra muestra, ni de morralla ni de bogas, a pesar de echar caldero y medio de enguado de sardina picada y unos buenos puñados de quisquilla congelada. Encarnamos con gamba, tira de calamar y cangrejillo, además de con quisquilla y dejando salir el aparejo por si había alguna oblada, chicharro o berdel, pero que si quieres arroz, Catalina y es que cuando no están, pues eso, no están.
Como aun teníamos caldero y medio de engodo de sardina (llevamos tres calderos que llevaban sacados del congelador desde el jueves), decidimos movernos hasta la zona de Islares conocida como "La Cotonera" que es la que se refleja en la imagen siguiente. Había un vehículo, por lo que nos asomamos a la zona y estaban caceando en el pedregal, por lo que decidimos bajar a gastar el macizo a la zona de la foto, es decir, al frente. Se nos hizo raro que no habría nadie pues son puestas muy frecuentadas. La verdad es que no estaba malo para pescar como se aprecia en la imagen aunque venían series fuertes.
En la imagen inferior podéis ver otra zona que tanteamos a última hora y que tenía más dificultades por haber menos calado y por lo tanto más golpe, pero alguno nos entró con un aparejo de un metro.
Al final y tras pelear mucho, conseguimos sacar estos sargos y los dos chupatintas de la parte superior de la imagen que ya los tengo a buen recaudo en el arcón.
Fue curioso porque no nos picó ninguno en la misma rompiente, sino que lo hacían a unos 15-20 m de la roca y con un calado de pesca entre los 2,5 y 3,5 m y es que en esta puesta hace una corriente lateral y luego hacia afuera, lo que hace que a pesar de verter el enguado en las belladas a pique, luego los golpes lo arrastran a la distancia anteriormente mencionada y las picadas se sucedieron durante un buen rato en la zona mencionada que era donde se estabilizaban las boyas.
Empleamos anzuelos revirados a la derecha del nº 2/0 y probamos unos plomillos de oreja de unos 5 mm de diámetro que se fijan de forma excelente, pues los esféricos últimamente, no sabemos si por la adecuación de sus componentes a la normativa, se aflojan todos y es igual que los aprietes con un alicate como si no, pues al final acaban corriéndose al anzuelo. Gorka pescó con el Tenryu y el menda con el Nitlon y la verdad es que van muy, pero que muy bien. En la línea pusimos 4 plomos esféricos de 8-9 mm de diámetro y la boya alargada de unos 75-80 mm de larga.
Bueno, pues al final arreglamos la jornada aunque la verdad es que fue muy trabajada y es que no están las cosas como para echar cohetes.
Nos vemos sufridor@s. Hasta el próximo finde. Agur!